Con la experiencia de haber realizado ya el mosaico marino nos animamos a decorar otro trocito de pared que estaba muy sosa. Escogimos como diseño una rosa de los vientos.
Igualmente dibujamos sobre un papel nuestro diseño y lo protegemos con film transparente (vale el de cocina). Colocamos encima la malla de fibra de albañileria y lo fijamos todo a la mesa con cinta de pintor.
Comenzamos a pegar sobre esta base con cola blanca de carpintero trocitos de baldosa, dejando un pequeño espacio entre las piezas, que mas tarde rellenaremos con la junta que mas nos guste.
Los bordes de las piezas se pueden lijar un poco para quitar imperfecciones o para realizar formas complicadas de cortar como en este caso las letras o las puntas de la estrella.
Cuando tenemos un trozo lo suficientemente grande, podemos marcar con un lápiz sobre la fibra y cortar lo que llevamos hecho para fijarlo en la pared, teniendo cuidado de que quede bien marcado en la base por donde hemos de continuar para que nos coincida después con lo que ya hemos retirado.
Una vez seca la cola se separa la malla de fibra retirando cualquier resto pegado del film transparente quedándonos con la malla y nuestro mosaico listo para transportar a la pared..
Para fijarlo a la pared utilizamos cemento-cola.
Y cuando esté completo aplicamos la junta y limpiamos bien.